El Viaje

ETAPA 7 – Enviados por Jesús resucitado

Estamos ya en la final de nuestro recorrido. Sí estamos decididos a seguir a Jesús, hemos de dar todavía un paso decisivo: abrirnos al misterio que se encierra en Cristo, el profeta del reino de Dios, crucificado por sus adversarios, pero resucitado por el Padre. Solo cuando nos encontramos con Cristo resucitado por el Padre y nos sentimos enviados por él, conocemos la llamada de Jesús y el alcance último de nuestro compromiso por el reino de Dios.

En estos últimos encuentros nos acercaremos, en primer lugar, a las dos ultimas experiencias que vivieron los discípulos con Jesús: su huida ante su ejecución en la cruz y su reencuentro con él, resucitado gloriosamente por el Padre. Luego conoceremos las dos experiencias que nos permiten a sus seguidores caminar acompañados. Terminaremos con su llamada concreta a ponernos en camino para colaborar con él curando la vida y abriendo caminos al reino de Dios.

A los pies del crucificado.
Solo podremos asumir nuestro compromiso de seguir a Jesús hasta el final si nos abrimos al misterio de la crucifixión y nos identificamos con Jesús, mártir del reino de Dios y salvador del mundo.

Yo los envío.
Sólo escuchando al resucitado, que nos envía como el Padre lo ha enviado a él, y acogiendo su Espíritu Santo recibiremos el impulso decisivo para colaborar en el proyecto salvador del Padre.

Quédate con nosotros.
Antes de ponernos en marcha a anunciar el evangelio, hemos de saber que, en nuestro caminar, podremos contar con dos experiencias para reconocer junto a nosotros la presencia del resucitado: la escucha compartida del evangelio de Jesús y la celebración de la Santa Cena.

Pónganse en camino. En nuestro último encuentro hemos de abrirnos con fe, generosidad y agradecimiento a la llamada de Jesucristo, que nos invita a curar la vida y abrir caminos al reino de Dios.


"Viviendo y anunciando a CRISTO, por la obra del ESPÍRITU SANTO, para la gloria de DIOS"