En estos últimos encuentros nos acercaremos, en primer lugar, a las dos ultimas experiencias que vivieron los discípulos con Jesús: su huida ante su ejecución en la cruz y su reencuentro con él, resucitado gloriosamente por el Padre. Luego conoceremos las dos experiencias que nos permiten a sus seguidores caminar acompañados. Terminaremos con su llamada concreta a ponernos en camino para colaborar con él curando la vida y abriendo caminos al reino de Dios.
A los pies del crucificado.
Solo podremos asumir nuestro compromiso de seguir a Jesús hasta el final si nos abrimos al misterio de la crucifixión y nos identificamos con Jesús, mártir del reino de Dios y salvador del mundo.
Yo los envío.
Sólo escuchando al resucitado, que nos envía como el Padre lo ha enviado a él, y acogiendo su Espíritu Santo recibiremos el impulso decisivo para colaborar en el proyecto salvador del Padre.
Quédate con nosotros.
Antes de ponernos en marcha a anunciar el evangelio, hemos de saber que, en nuestro caminar, podremos contar con dos experiencias para reconocer junto a nosotros la presencia del resucitado: la escucha compartida del evangelio de Jesús y la celebración de la Santa Cena.
Pónganse en camino. En nuestro último encuentro hemos de abrirnos con fe, generosidad y agradecimiento a la llamada de Jesucristo, que nos invita a curar la vida y abrir caminos al reino de Dios.